domingo, 19 de enero de 2014

texto de la nieve en La Vega por Berni Flandorffer

Voy a tratar de escribir una poesía:
Cuerdas de guitarra,
silencios interrumpidos,
el fuego calienta mis oídos.
Luces y realidades,
alguien duerme con frío.
Canto en silencio esa canción que no puedo recordar.
Recojo mi casa,
la tomo en mis manos
y lentamente alzamos vuelo.
Una muñeca me mira de lejos
¿Quién eres tu?, le digo
y lentamente alzamos vuelo.
Estoy en un lugar, camino dos pasos al frente. Estoy en otro lugar. Miro hacia atrás. He regresado. Miro adelante. He vuelto. Cierro los ojos, alguien pasa a mi lado, me despierto, empiezo a correr para alcanzarle y ya lo he perdido. Freno. Oigo mi respiración. Vuelvo a caminar hacia el lugar desde donde vine y llego a otro ¿Cómo salgo de esto? Cierro los ojos. Quizás vuelva a pasar alguien.

Nada.

Abro los ojos. Estoy en el mismo lugar. Quiero salir corriendo, gritar. Estoy mudo y paralítico. Creo que las cosas se mueven.
Sí, definitivamente se mueven.
Mutan su forma.
Miro hacia arriba, no quiero ver esas cosas.
Las estrellas me miran, yo las saludo porque quiero ir hacia allá. Ellas me llaman, me invitan a volar. Despego del suelo, qué sensación maravillosa. No peso. Soy libre. Se apaga la música.
Escucho al vacío.
Muevo mi cuerpo (pero nada produce sonido alguno)
Todo es tan lento y suave. Camino y doy uuuuuun paso, apoyo el pie y oooootro paso. Todo a su ritmo. Y todo tiene el mismo ritmo. Ninguno, porque el ritmo se logra con sonido y esto no tiene sonido.
Algunos colores significan cosas. No todo es blanco y negro. Ese rojo está ahí por algo, algo me quiere decir. Gritan mi nombre. Me doy vuelta.
Han llegado ¿Qué voy a hacer?, ¿Por qué llegan tan pronto?, ¿Qué hago con el rojo? Lo soplo, trato de que se haga negro, lo pateo, ¿Qué van a decir de que yo tenga un rojo tan grande?, ¡Mierda! No se va ¿Por qué estará aquí? Además es tan brillante ¡Cuánta precisión hay en su existencia!, ¿Por qué no puedo dejar de mirarlo? Bien, entonces repaso:
-     una lámpara de cerámica
-       el fuego
-       la guitarra
-       una alfombra de lana
-       una oreja fría, la otra caliente
Bien, tengo todo ¿Por qué no llegan?, ¿Ya se habrán ido?, ¿Y si me dejaron? No, ahí están. Los saludo de lejos y empiezo a caminar hacia ellos ¿Estoy bien?
No me peiné.
Sigo caminando.
Tengo frío.
Estoy caminando sobre la nieve.
Descalzo.
¿Descalzo?
No, en pelotas ¡Estoy en la nieve en pelotas! Camino con dificultad, como si mis pies fueran largos, largos. Ya no tengo frío. Me deslizo. Qué bien se siente ¿Pino?, ¿Es olor a pino o a humo?
Dos canciones suenan al mismo tiempo, oído izquierdo, oído derecho. Caliente y frío ¿Por qué ser ríe Anna si nunca le conté el chiste? Me mira. Con la cabeza de lado, esperando que le cuente el chiste. Los rulos hoy están bastante pesados, caen por el costado de su cara hasta que sonríe y se vuelven a arreglar arrepentidos. Nunca le cuento el chiste. Si ya nos reímos ¿Qué más quiero en el mundo? Le pregunto qué estamos escuchando y me dice: Rojo. Una melodía conocida. El fuego sigue ardiendo. En este momento no te podría decir si estoy vestido o desnudo ¿Qué me importa?
No, mejor me visto. Me pongo una media, el pantalón, una polera, el bóxer, la camiseta, el pantalón, un gorrito ¡Qué divertida es la ropa de nieve! Las zapatillas ¡No tengo medias!  Los guantes, ese pantalón que me prestaron, las botas, el pantalón y una bufanda por las dudas. Otra para Marimar, por si le hace frío ¡Listo!
No llegamos. Está cerrado.
¿Y si hacemos un catillo? Es tan lindo moldear con la nieve caliente.
Es el mejor castillo que vi en mi vida. Dice Anna que en verano vienen a ver obras de teatro y todo, adentro del castillo. Llega la Nati para ayudar a la Ceci con la salsa de tomate, entre las dos toman la sartén por el mango y esparcen toda la salsa por encima. Unos huevos fritos arriba y listo. No mucho aceite ¡Uf! Qué lleno que estoy. Es que aquí el tiempo pasa tan rápido, o mejor dicho, el tiempo no pasa ¿Es de día? No. Yo creo que ya me debería ir a dormir. Sí, todos duermen. Es de día. Está la luna llena. Cuando sea grande quiero ser astronauta porque lo de lo de ser documentalista de la National Geographic lo veo muy difícil. Adri quería ser barrendero. Un día se tragó una semilla, ¿Cómo era? Su tío le dio una semilla y la semilla fue creciendo en él y él en la semilla. Van como danzando juntos, ¿Los ves?
¿Por qué no soñar con algo maravilloso?
¡Ah! Yo estoy soñando, eso es.
¿Y ahora qué hago? Estoy en un lugar, camino tres pasos al frente. Estoy en otro lugar. Miro hacia atrás. He regresado. Miro adelante.

Berni Flandorffer

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